Más de 10 personas con armas largas y chalecos antibalas entraron la madrugada de ayer a un centro nocturno y frente a unas mil 500 personas secuestraron al agente del Ministerio Público federal, Jorge Jogar Hobbs Flores, comisionado por la PGR a la Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo en San Nicolás de los Garza.
Los hechos ocurrieron a las 00:30 horas del domingo en el bar La Rumba, ubicado en las calles Escobedo y Juan Ignacio Ramón, en pleno centro de Monterrey, a unos 200 metros del palacio de gobierno, sede del Poder Ejecutivo estatal.
Según testigos, unas 10 personas, que descendieron de tres camionetas, ingresaron al antro con los rostros cubiertos, mientras otro número importante de sujetos se mantuvo afuera al cuidado de la zona. Al momento de entrar, los presuntos secuestradores hicieron detonaciones al aire para que los más de mil clientes, que estaban en el lugar, se tiraran al suelo y pudieran llevar a cabo el secuestro.
Al llegar al segundo piso del centro de baile se dirigieron directamente a la mesa de Jogar Hobbs, a quien se llevaron violentamente, propinándole primero una golpiza.
Enseguida, el grupo abordó varias camionetas, y junto con el agente secuestrado se retiraron del lugar. Hasta la noche de ayer se desconocía su paradero.
Quince minutos después de que se llevaron al titular de la UMAN en San Nicolás, un convoy de elementos del Ejército y del Grupo SWAT de Seguridad Pública del estado arribaron al sitio para indagar lo sucedido.
Los soldados interrogaron a varios y se retiraron; 20 minutos más tarde llegaron agentes federales, a quienes en primera instancia se les negó el acceso.
Jorge Jogar Hobbs, años atrás estuvo al frente de la Fiscalía Especializada en Delitos cometidos por servidores públicos, también en PGR, y en 2003 perteneció a la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, como delegado del Ministerio Público.
Histeria entre clientes
A la discoteca La Rumba arribó un agente del Ministerio Público federal para tomar conocimiento del secuestro del funcionario y notificar a las corporaciones policiacas de los municipios metropolitanos, principalmente.
Aunque hubo detonaciones de arma de fuego no se reportaron personas lesionadas y los paramédicos solamente atendieron crisis de histeria entre algunos de los clientes del centro nocturno, quienes una vez vuelta la calma abandonaron el sitio. Monterrey, NL
Los hechos ocurrieron a las 00:30 horas del domingo en el bar La Rumba, ubicado en las calles Escobedo y Juan Ignacio Ramón, en pleno centro de Monterrey, a unos 200 metros del palacio de gobierno, sede del Poder Ejecutivo estatal.
Según testigos, unas 10 personas, que descendieron de tres camionetas, ingresaron al antro con los rostros cubiertos, mientras otro número importante de sujetos se mantuvo afuera al cuidado de la zona. Al momento de entrar, los presuntos secuestradores hicieron detonaciones al aire para que los más de mil clientes, que estaban en el lugar, se tiraran al suelo y pudieran llevar a cabo el secuestro.
Al llegar al segundo piso del centro de baile se dirigieron directamente a la mesa de Jogar Hobbs, a quien se llevaron violentamente, propinándole primero una golpiza.
Enseguida, el grupo abordó varias camionetas, y junto con el agente secuestrado se retiraron del lugar. Hasta la noche de ayer se desconocía su paradero.
Quince minutos después de que se llevaron al titular de la UMAN en San Nicolás, un convoy de elementos del Ejército y del Grupo SWAT de Seguridad Pública del estado arribaron al sitio para indagar lo sucedido.
Los soldados interrogaron a varios y se retiraron; 20 minutos más tarde llegaron agentes federales, a quienes en primera instancia se les negó el acceso.
Jorge Jogar Hobbs, años atrás estuvo al frente de la Fiscalía Especializada en Delitos cometidos por servidores públicos, también en PGR, y en 2003 perteneció a la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, como delegado del Ministerio Público.
Histeria entre clientes
A la discoteca La Rumba arribó un agente del Ministerio Público federal para tomar conocimiento del secuestro del funcionario y notificar a las corporaciones policiacas de los municipios metropolitanos, principalmente.
Aunque hubo detonaciones de arma de fuego no se reportaron personas lesionadas y los paramédicos solamente atendieron crisis de histeria entre algunos de los clientes del centro nocturno, quienes una vez vuelta la calma abandonaron el sitio. Monterrey, NL
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