Tras refrendar su lealtad, las Fuerzas Armadas hicieron un llamado a civiles y militares para proteger a la juventud mexicana del crimen organizado, que “quiere tenerla como fuente de ingresos, mercado de vicio y objeto de consumo”, en el acto donde el presidente Felipe Calderón Hinojosa honró a los Niños Héroes.
“Los soldados somos barro y mano firme del cimiento nacional, pertenecemos al pueblo y al pueblo servimos. Ninguna candileja nos deslumbra ni existe artificio alguno que nos desvíe de las misiones que tenemos asignadas”, dijo el cadete del Colegio Militar Antonio Muñoz ante los representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y de funcionarios del gabinete legal y ampliado.
“Nos adherimos con vehemencia a la convocatoria de unidad que hiciera el 2 de septiembre, para transformar de fondo a México en el país que queremos, profundizando ampliamente la lucha frontal contra el crimen y ofreciendo seguridad a los ciudadanos”, añadió el cadete.
Durante la ceremonia conmorativa del 162 aniversario de la gesta heroica de los Niños Héroes, el cadete Antonio Muñoz, orador único del acto, subrayó que en el pasado intereses externos arrebataron territorio y actualmente, las amenazas de antes, las representa la delincuencia organizada, cuyos “barones de la droga nos ofrecen paraísos artificiales, felicidad efímera y riquezas inmediatas”.
Rehenes eternos
“El incauto involucrado se convierte en rehén para siempre de sus secuaces y jefes de camarilla, quienes los chantajean con delatarlo ante la autoridad o grupos enemigos por los actos o delitos que va cometiendo día tras día”, dijo el cadete.
“Me siento en la obligación ciudadana y castrense de hacer un llamado a toda mi generación, civiles y militares, mujeres y hombres, estemos alerta. Nuestras ilusiones son el blanco de quienes con el comercio de estupefacientes acumulan sus fortunas”, aseveró Muñoz con voz impostada.
En el acto estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña; el perredista Carlos Navarrete, quien acudió como presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República; el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, como representante del Poder Judicial, y el general y secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván.
En la ceremonia conmemorativa, en la que posteriormente el jefe del Ejecutivo colocó una ofrenda floral en el Monumento a los Niños Héroes, el representante del Colegio Militar afirmó que aquellas personas que se vinculan con el crimen organizado, viven en una constante carrera de angustia e incertidumbre en la que “gravita de verdugo valentón a simple guiñapo”.
“Los que llegan a convertirse en cabecillas, se ven obligados a vivir a salto de mata, ocultos en la clandestinidad, con una paranoia incurable, incapaces de establecer relaciones formales con nada ni con nadie, permanecen tan secuestrados y alienados como aquellas víctimas de esa criminalidad feroz”, refirió.
“Las Fuerzas Armadas estamos conscientes del peligro que acecha a la juventud, por eso hacemos esfuerzos denodados para protegerla y alejarla de quienes la miran como fuente de ingresos, mercado de vicio y objeto de consumo”, añadió el cadete.
El cadete del Colegio Militar enfatizó que en 1847, año de la gesta heroica, era un México de riñas estériles y secesiones apartadas del interés nacional, que “nos ha costado muy caro, pero desde entonces, a través de la palabra, los hechos y la tolerancia, se reconoce y respeta en los otros, la posibilidad de verdades distintas a las propias”. México, D.F.
“Los soldados somos barro y mano firme del cimiento nacional, pertenecemos al pueblo y al pueblo servimos. Ninguna candileja nos deslumbra ni existe artificio alguno que nos desvíe de las misiones que tenemos asignadas”, dijo el cadete del Colegio Militar Antonio Muñoz ante los representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y de funcionarios del gabinete legal y ampliado.
“Nos adherimos con vehemencia a la convocatoria de unidad que hiciera el 2 de septiembre, para transformar de fondo a México en el país que queremos, profundizando ampliamente la lucha frontal contra el crimen y ofreciendo seguridad a los ciudadanos”, añadió el cadete.
Durante la ceremonia conmorativa del 162 aniversario de la gesta heroica de los Niños Héroes, el cadete Antonio Muñoz, orador único del acto, subrayó que en el pasado intereses externos arrebataron territorio y actualmente, las amenazas de antes, las representa la delincuencia organizada, cuyos “barones de la droga nos ofrecen paraísos artificiales, felicidad efímera y riquezas inmediatas”.
Rehenes eternos
“El incauto involucrado se convierte en rehén para siempre de sus secuaces y jefes de camarilla, quienes los chantajean con delatarlo ante la autoridad o grupos enemigos por los actos o delitos que va cometiendo día tras día”, dijo el cadete.
“Me siento en la obligación ciudadana y castrense de hacer un llamado a toda mi generación, civiles y militares, mujeres y hombres, estemos alerta. Nuestras ilusiones son el blanco de quienes con el comercio de estupefacientes acumulan sus fortunas”, aseveró Muñoz con voz impostada.
En el acto estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña; el perredista Carlos Navarrete, quien acudió como presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República; el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, como representante del Poder Judicial, y el general y secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván.
En la ceremonia conmemorativa, en la que posteriormente el jefe del Ejecutivo colocó una ofrenda floral en el Monumento a los Niños Héroes, el representante del Colegio Militar afirmó que aquellas personas que se vinculan con el crimen organizado, viven en una constante carrera de angustia e incertidumbre en la que “gravita de verdugo valentón a simple guiñapo”.
“Los que llegan a convertirse en cabecillas, se ven obligados a vivir a salto de mata, ocultos en la clandestinidad, con una paranoia incurable, incapaces de establecer relaciones formales con nada ni con nadie, permanecen tan secuestrados y alienados como aquellas víctimas de esa criminalidad feroz”, refirió.
“Las Fuerzas Armadas estamos conscientes del peligro que acecha a la juventud, por eso hacemos esfuerzos denodados para protegerla y alejarla de quienes la miran como fuente de ingresos, mercado de vicio y objeto de consumo”, añadió el cadete.
El cadete del Colegio Militar enfatizó que en 1847, año de la gesta heroica, era un México de riñas estériles y secesiones apartadas del interés nacional, que “nos ha costado muy caro, pero desde entonces, a través de la palabra, los hechos y la tolerancia, se reconoce y respeta en los otros, la posibilidad de verdades distintas a las propias”. México, D.F.
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