Autoridades federales que indagan los casos consideran los atentados contra casa de rehabilitación como actos de “intimidación” y para evitar “riesgos de operación” de los grupos criminales
Autoridades federales investigaban desde hace tres meses los ataques contra centros de rehabilitación de adictos en Ciudad Juárez, Chihuahua, luego de una serie de atentados contra esos sitios y que el miércoles pasado tuvo su episodio más sangriento con el asesinato de 18 víctimas. Las autoridades consideraban los ataques como actos de “intimidación” y para evitar “riesgos de operación” de los grupos criminales.
Los crímenes de adictos fueron considerados como un hecho “no común” por la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP). La indagación buscaba verificar si los adictos en rehabilitación que fueron asesinados, antes fueron distribuidores o vendedores de droga al menudeo, o tuvieron que ver con denuncias ante algunas autoridades.
En tres ataques ocurridos contra centros de rehabilitación en un lapso de 92 días han muerto 24 personas, de acuerdo con cifras oficiales. En el primero fallecieron cinco y en el tercero 18. La forma de operar de los criminales fue similar: comandos armados dispararon con rifles de alto poder. En el segundo ataque una persona entró al local e hirió a una persona que posteriormente pereció.
Guerra por la plaza
Actualmente, en todo Chihuahua y particularmente en Ciudad Juárez, el grupo de La Línea que está asociado al cártel de Juárez y el de Gente Nueva, que pertenece al cártel de Sinaloa, mantienen una guerra por el control de las actividades del narcotráfico y que ha desembocado en miles de muertes en los últimos cinco años. La situación obligó a la aplicación del Operativo Conjunto Chihuahua para tratar de frenar la violencia, sin que hasta el momento se logre.
En este contexto, la hipótesis que abrió la investigación consideraba también como una de las razones de esos atentados, el hecho de que un consumidor final sea adicto en rehabilitación, y que antes fue distribuidor o vendedor de droga al menudeo e intenta retirarse, y finalmente tuvo o conoce a un distribuidor que está por encima de él y por ello el grupo criminal al que pertenece éste último no desea que quede suelto ningún eslabón de la cadena delincuencial.
Cualquier eslabón suelto puede ser interpretado para la organización criminal como un elemento de riesgo y lo que quieren los delincuentes, es minimizar las amenazas o riesgos a su actividad, lo que quieren es operar con la mayor seguridad, la mayor libertad y por eso es que amedrentan, por eso es que eliminan a esos eslabones, que de pronto pueden significar algún riesgo para la seguridad de la organización, de acuerdo con la investigación.
Ciudad violenta
En Ciudad Juárez, la urbe que se cuenta entre las más violentas del mundo, la intención de los ataques contra centros de rehabilitación por parte de grupos del crimen organizado que operan en esa frontera, sería además de generar miedo, mantener la hegemonía en el control de la venta y tráfico de drogas.
El antecedente más cercano de cómo grupos de la delincuencia organizada han intervenido en centros de rehabilitación, se tiene en Michoacán, donde la organización criminal denominada La Familia Michoacana se dedicó a crear supuestos centros de atención de este tipo, aunque en realidad, esos lugares que estaban haciendo por su cuenta y para captar gente que tuviera problemas de adicción, permitían reclutar adeptos para la causa del grupo delincuencial. México, D.F.
Los crímenes de adictos fueron considerados como un hecho “no común” por la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP). La indagación buscaba verificar si los adictos en rehabilitación que fueron asesinados, antes fueron distribuidores o vendedores de droga al menudeo, o tuvieron que ver con denuncias ante algunas autoridades.
En tres ataques ocurridos contra centros de rehabilitación en un lapso de 92 días han muerto 24 personas, de acuerdo con cifras oficiales. En el primero fallecieron cinco y en el tercero 18. La forma de operar de los criminales fue similar: comandos armados dispararon con rifles de alto poder. En el segundo ataque una persona entró al local e hirió a una persona que posteriormente pereció.
Guerra por la plaza
Actualmente, en todo Chihuahua y particularmente en Ciudad Juárez, el grupo de La Línea que está asociado al cártel de Juárez y el de Gente Nueva, que pertenece al cártel de Sinaloa, mantienen una guerra por el control de las actividades del narcotráfico y que ha desembocado en miles de muertes en los últimos cinco años. La situación obligó a la aplicación del Operativo Conjunto Chihuahua para tratar de frenar la violencia, sin que hasta el momento se logre.
En este contexto, la hipótesis que abrió la investigación consideraba también como una de las razones de esos atentados, el hecho de que un consumidor final sea adicto en rehabilitación, y que antes fue distribuidor o vendedor de droga al menudeo e intenta retirarse, y finalmente tuvo o conoce a un distribuidor que está por encima de él y por ello el grupo criminal al que pertenece éste último no desea que quede suelto ningún eslabón de la cadena delincuencial.
Cualquier eslabón suelto puede ser interpretado para la organización criminal como un elemento de riesgo y lo que quieren los delincuentes, es minimizar las amenazas o riesgos a su actividad, lo que quieren es operar con la mayor seguridad, la mayor libertad y por eso es que amedrentan, por eso es que eliminan a esos eslabones, que de pronto pueden significar algún riesgo para la seguridad de la organización, de acuerdo con la investigación.
Ciudad violenta
En Ciudad Juárez, la urbe que se cuenta entre las más violentas del mundo, la intención de los ataques contra centros de rehabilitación por parte de grupos del crimen organizado que operan en esa frontera, sería además de generar miedo, mantener la hegemonía en el control de la venta y tráfico de drogas.
El antecedente más cercano de cómo grupos de la delincuencia organizada han intervenido en centros de rehabilitación, se tiene en Michoacán, donde la organización criminal denominada La Familia Michoacana se dedicó a crear supuestos centros de atención de este tipo, aunque en realidad, esos lugares que estaban haciendo por su cuenta y para captar gente que tuviera problemas de adicción, permitían reclutar adeptos para la causa del grupo delincuencial. México, D.F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario