Elvira Casco Majalca será procesada por delincuencia organizada y tráfico de menores por su participación en la desaparición de 14 niños
Un juez federal dictó auto de formal prisión en contra de la ex directora de la Casa Hogar Casitas del Sur, Elvira Casco Majalca, quien será procesada por delincuencia organizada y tráfico de menores por su participación en la desaparición de 14 niños.
El juez segundo de lo penal de Valle Santiago, Guanajuato, consideró que existen elementos suficientes para iniciar un proceso penal en contra de Casco Majalca, quien presuntamente está relacionada con una red de personas que traficaban con menores de edad, utilizando para ello la Casa Hogar Casitas del Sur.
Una resolución similar dictó también el juez primero de lo penal de Valle Santiago en el caso de Leticia Arrieta Estrada, profesora de inglés y colaboradora de Casco Majalca, quien de acuerdo con las investigaciones también está involucrada en la red de tráfico de menores junto con el pastor y administrador de la Iglesia Cristiana Restaurada, Alonso Manuel Cuevas Castañeda, a quien también ya se le inició un proceso penal por los mismos hechos.
En la indagatoria, la Unidad Especializada de Investigación de Tráfico de Menores, Indocumentados y Órganos (UEITMIO) estableció que los menores desaparecidos por esta organización criminal son 14, 11 de Casitas del Sur y tres del Centro de Adaptación Social y Familiar de Monterrey, Nuevo León.
Las investigaciones también han establecido que la red de tráfico de menores tiene un carácter transnacional, pues se han acreditado operaciones en Ruanda, Tailandia, El Salvador, Guatemala y Colombia, donde algunos de sus integrantes tienen nexos con la Asociación Religiosa Iglesia Cristiana Restaurada.
Los tres procesados, de acuerdo con las investigaciones entregaron a los menores desaparecidos a terceras personas, afines a la Asociación Religiosa sin autorización expresa de sus padres y violando la custodia material que ejercía la casa hogar.
La Procuraduría General de la República destacó que éste es el primer caso en el país en el que jueces federales dan auto de formal prisión por el delito de tráfico de menores agravado por delincuencia organizada. México, D.F./Ma. de la Luz González (El Universal)
El juez segundo de lo penal de Valle Santiago, Guanajuato, consideró que existen elementos suficientes para iniciar un proceso penal en contra de Casco Majalca, quien presuntamente está relacionada con una red de personas que traficaban con menores de edad, utilizando para ello la Casa Hogar Casitas del Sur.
Una resolución similar dictó también el juez primero de lo penal de Valle Santiago en el caso de Leticia Arrieta Estrada, profesora de inglés y colaboradora de Casco Majalca, quien de acuerdo con las investigaciones también está involucrada en la red de tráfico de menores junto con el pastor y administrador de la Iglesia Cristiana Restaurada, Alonso Manuel Cuevas Castañeda, a quien también ya se le inició un proceso penal por los mismos hechos.
En la indagatoria, la Unidad Especializada de Investigación de Tráfico de Menores, Indocumentados y Órganos (UEITMIO) estableció que los menores desaparecidos por esta organización criminal son 14, 11 de Casitas del Sur y tres del Centro de Adaptación Social y Familiar de Monterrey, Nuevo León.
Las investigaciones también han establecido que la red de tráfico de menores tiene un carácter transnacional, pues se han acreditado operaciones en Ruanda, Tailandia, El Salvador, Guatemala y Colombia, donde algunos de sus integrantes tienen nexos con la Asociación Religiosa Iglesia Cristiana Restaurada.
Los tres procesados, de acuerdo con las investigaciones entregaron a los menores desaparecidos a terceras personas, afines a la Asociación Religiosa sin autorización expresa de sus padres y violando la custodia material que ejercía la casa hogar.
La Procuraduría General de la República destacó que éste es el primer caso en el país en el que jueces federales dan auto de formal prisión por el delito de tráfico de menores agravado por delincuencia organizada. México, D.F./Ma. de la Luz González (El Universal)
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