Ebrard niega desacato por rechazar reos federales

Planean alzar nuevas cárceles y remodelar Santa Martha para aliviar la saturación

El jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, aceptó por primera vez que el sobrecupo de presos en el DF es un problema muy serio, por lo que su administración no puede recibir ya a más reos del fuero federal porque literalmente no caben.
Asimismo, el mandatario informó que su administración ha emprendido la ampliación de las cárceles para que a finales de año se tengan hasta 3 mil lugares más.
“Sí tenemos un problema muy serio, no es que nosotros no queramos o no acatemos la ley, sino que no caben, literalmente; entonces nosotros no podemos recibir ya a esos individuos (presos federales)”, aceptó el mandatario.
Por ello, el gobierno de la capital notificó a la Secretaría de Gobernación que no podía recibir más a reos del fuero federal, y le pidió que ya no le enviara más.
El gobierno del Distrito Federal cuenta con un proyecto para incrementar la capacidad del Sistema Penitenciario local, a 16 mil nuevos espacios para el año 2012.
Dos cárceles para población vulnerable, la reconstrucción del Penal de Santa Martha y la edificación de un complejo penitenciario con cuatro prisiones de mínima, mediana y máxima seguridad, y otra para ininputables, son los planes con que cuenta el GDF, según fuentes penitenciarias.

El problema de los reos federales
Datos de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario local indican que 15% de la población penitenciaria del Distrito Federal se compone por reos federales.
En los penales de la ciudad de México hay aproximadamente de 40 mil 100 personas internas, de las cuales 5 mil 990 pertenecen al fuero federal, principalmente por delitos contra la salud y portación de arma de fuego.
La solicitud de traslado de este tipo de internos a penales federales también se basa en la falta de recursos que el gobierno federal proporciona para su manutención.
A la fecha, se estima que cada interno tiene un costo de 100 pesos diarios, y los recursos otorgados por la Federación ascienden apenas a 4% del total. El gobierno del Distrito Federal se ve ogligado a subsidiar el resto.
Habría cárceles para presos vulnerables
En tanto, la Subsecretaría del Sistema Penitenciario lanzará en las próximas semanas la convocatoria para la construcción de dos centros aledaños a los reclusorios Norte y Oriente, que serán de uso exclusivo para internos de la tercera edad y con padecimientos que los hagan vulnerables.
Tendrán una capacidad para 2 mil internos cada uno, contarán con una propia dirección e instalaciones con rampas y accesos que les permita una mejor movilidad. Esas obras serán las primeras en iniciar y estarán listas para fin de año.
Aunado a ello, la penitenciaría varonil será reconstruida para convertirla en una instalación de media-alta seguridad.
De los 4 mil espacios que tiene disponibles, pasará a 8 mil.
Dicho penal es el más viejo de la ciudad, con casi 51 años de uso e instalaciones muy afectadas. Los dormitorios se irán derrumbando y reedificando paulatinamente.
Planean nuevo megapenal
Además, se está en pláticas con el gobierno federal para que le ceda las 27 hectáreas en donde hoy está el Hospital Siquiátrico Doctor Samuel Ramírez, ubicado en el kilómetro 5.5 de la autopista México-Puebla, colonia Santa Catarina, en Iztapalapa.
Allí se pretende construir un complejo penitenciario que contará con cuatro cárceles.
Una de estas prisiones será de baja seguridad, para 3 mil jóvenes primodelincuentes de bajo riesgo, que se describió como “una granja comunitaria”.
Otra más será de mediana seguridad para albergar a 2 mil 500 presos con sentencias de entre cinco y 12 años.
Al centro de este complejo estará una cárcel de máxima seguridad, con tecnología de punta y un reglamento ex profeso.
Un inmueble más será para mil 200 internos con problemas siquiátricos, con un área para mil 200 hombres y una para 300 mujeres, pues a la fecha no hay cárcel para este tipo de población femenil.
El gobierno tiene una partida presupuestal del año pasado, de 400 millones de pesos, con los que iniciará las obras. Alberto Cuenca y Claudia Bolaños (El Universal)