Por: Edmundo Olivares Alcalá
Dos sujetos y una mujer recibieron órdenes de un reo del penal mexiquense de Tenancingo, para robar una casa-habitación de la colonia Candelaria Ticomán, delegación Gustavo A. Madero.
La mujer fue detenida por elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), cuando huía a bordo de un automotor; llevaba el botín consigo consistente en aparatos electrodomésticos y teléfonos celulares. La morada es propiedad de una tía del procesado.
La Policía de Investigación de la PGJDF, informó que Noé Rojas Almaraz, de 29 años, y Martha Ramírez Vázquez, de 59, fueron capturados sobre Calle 3 y Acueducto de Guadalupe, cuando escapaban en la camioneta Chrysler, tipo Plymouth, con placas MEG6169.
A bordo de la unidad los investigadores encontraron un televisor y un equipo modular con bocinas, cuya propiedad no pudo ser acreditada por los inculpados. Rojas Almaraz tenía en su poder, además, cuatro teléfonos celulares a nombre de uno de los agraviados y al ser cuestionado sobre la procedencia de los aparatos móviles, manifestó que los acababa de robar.
Ante el Ministerio Público local, uno de los afectados explicó que realizaba labores de jardinería en su vivienda, cuando se acercó Noé Rojas, quien lo amagó con arma de fuego para obligarlo a entrar al patio y cerrar la puerta. Métete, le espetó.
Cuando se percató que en la vivienda se encontraban más personas, el presunto hampón los sometió, en complicidad con varios sujetos, para atarlas de pies y manos con cinta canela, a fin de apoderarse de objetos de valor, dinero y los teléfonos celulares, los cuales subieron a la camioneta.
Una vez que quedaron a disposición del Ministerio Público de la PGJDF, Martha Ramírez Vázquez refirió que el pasado 7 de febrero del 2010 visitó a su esposo y a su nieto en el Centro Preventivo y de Readaptación Social (CERESO), de Tenancingo, Estado de México, donde uno de los internos –al que identifica solamente como Pedro- les comentó que tenía una tía con mucho dinero y la invitó a cometer un asalto a la vivienda. Las ganancias se repartirían en partes iguales.
“Mi hermano Miguel se pondrá en contacto con Usted y le entregará copia de las llaves de la casa, le dijo Pedro a Martha Ramírez. Y así fue. Noé dijo que fue contactado por su amigo Juan, quien le dijo que tenía un tiro. Accedió.
Dos sujetos y una mujer recibieron órdenes de un reo del penal mexiquense de Tenancingo, para robar una casa-habitación de la colonia Candelaria Ticomán, delegación Gustavo A. Madero.
La mujer fue detenida por elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), cuando huía a bordo de un automotor; llevaba el botín consigo consistente en aparatos electrodomésticos y teléfonos celulares. La morada es propiedad de una tía del procesado.
La Policía de Investigación de la PGJDF, informó que Noé Rojas Almaraz, de 29 años, y Martha Ramírez Vázquez, de 59, fueron capturados sobre Calle 3 y Acueducto de Guadalupe, cuando escapaban en la camioneta Chrysler, tipo Plymouth, con placas MEG6169.
A bordo de la unidad los investigadores encontraron un televisor y un equipo modular con bocinas, cuya propiedad no pudo ser acreditada por los inculpados. Rojas Almaraz tenía en su poder, además, cuatro teléfonos celulares a nombre de uno de los agraviados y al ser cuestionado sobre la procedencia de los aparatos móviles, manifestó que los acababa de robar.
Ante el Ministerio Público local, uno de los afectados explicó que realizaba labores de jardinería en su vivienda, cuando se acercó Noé Rojas, quien lo amagó con arma de fuego para obligarlo a entrar al patio y cerrar la puerta. Métete, le espetó.
Cuando se percató que en la vivienda se encontraban más personas, el presunto hampón los sometió, en complicidad con varios sujetos, para atarlas de pies y manos con cinta canela, a fin de apoderarse de objetos de valor, dinero y los teléfonos celulares, los cuales subieron a la camioneta.
Una vez que quedaron a disposición del Ministerio Público de la PGJDF, Martha Ramírez Vázquez refirió que el pasado 7 de febrero del 2010 visitó a su esposo y a su nieto en el Centro Preventivo y de Readaptación Social (CERESO), de Tenancingo, Estado de México, donde uno de los internos –al que identifica solamente como Pedro- les comentó que tenía una tía con mucho dinero y la invitó a cometer un asalto a la vivienda. Las ganancias se repartirían en partes iguales.
“Mi hermano Miguel se pondrá en contacto con Usted y le entregará copia de las llaves de la casa, le dijo Pedro a Martha Ramírez. Y así fue. Noé dijo que fue contactado por su amigo Juan, quien le dijo que tenía un tiro. Accedió.
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