Por: Francisco Medina
En las ciudades de la frontera norte del país, los delincuentes del crimen organizado se apoderan de las viviendas abandonadas por sus propietarios, para realizar sus operaciones.
El Infonavit confirmó que 45 mil familias, que radicaban en Tijuana, Torreón, Mexicali, Reynosa, Acuña y Ciudad Juárez, abandonaron sus hogares, debido a los estragos de la inseguridad, el desempleo y la falta de oportunidades de desarrollo.
Rodrigo Ánimas, gerente de Recuperación de Cartera Especializada del instituto, reportó que, “en ocasiones, las casas abandonadas son invadidas por los malvivientes o por grupos organizados del crimen”.
Informó que el año pasado se recuperaron y vendieron cinco mil de estas propiedades, con el objetivo de obtener alguna parte del crédito otorgado a los propietarios.
Sin embargo, la institución reporta pérdidas de hasta 60% en el valor de la hipoteca, al restar los costos del proceso judicial de adjudicación del inmueble, pagos al municipio por concepto de los adeudos del Impuesto Predial, cuotas de agua y servicios públicos.
“En promedio, el valor del crédito alcanza 250 mil pesos; el valor del mercado o avalúo es de 180 mil pesos.
“Pero a esta última cifra hay que descontar los gastos de operación del proceso judicial –iniciado por el organismo federal o el municipio–, el pago de las deudas públicas y la devaluación por el deterioro de la casa”, apuntó.
Plan de rescate
El Infonavit y los municipios firmaron convenios que posibilitan la reventa de los inmuebles.
El instituto o la autoridad buscará al propietario, para ofrecerle un acuerdo y evitar que sea tomada por los delincuentes.
Al no encontrar al dueño, el Infonavit o el municipio iniciará el procedimiento legal para adjudicarse la propiedad.
Al obtener la sentencia el instituto federal contrata a promotores para vender el inmueble o lo oferta a través de la página www. infonavit.gob.mx, sección Contacto Infonavit.
Los interesados pueden obtener una propiedad en 180 mil pesos, en promedio, aunque algunas se rematan en 100 mil pesos.
En las ciudades de la frontera norte del país, los delincuentes del crimen organizado se apoderan de las viviendas abandonadas por sus propietarios, para realizar sus operaciones.
El Infonavit confirmó que 45 mil familias, que radicaban en Tijuana, Torreón, Mexicali, Reynosa, Acuña y Ciudad Juárez, abandonaron sus hogares, debido a los estragos de la inseguridad, el desempleo y la falta de oportunidades de desarrollo.
Rodrigo Ánimas, gerente de Recuperación de Cartera Especializada del instituto, reportó que, “en ocasiones, las casas abandonadas son invadidas por los malvivientes o por grupos organizados del crimen”.
Informó que el año pasado se recuperaron y vendieron cinco mil de estas propiedades, con el objetivo de obtener alguna parte del crédito otorgado a los propietarios.
Sin embargo, la institución reporta pérdidas de hasta 60% en el valor de la hipoteca, al restar los costos del proceso judicial de adjudicación del inmueble, pagos al municipio por concepto de los adeudos del Impuesto Predial, cuotas de agua y servicios públicos.
“En promedio, el valor del crédito alcanza 250 mil pesos; el valor del mercado o avalúo es de 180 mil pesos.
“Pero a esta última cifra hay que descontar los gastos de operación del proceso judicial –iniciado por el organismo federal o el municipio–, el pago de las deudas públicas y la devaluación por el deterioro de la casa”, apuntó.
Plan de rescate
El Infonavit y los municipios firmaron convenios que posibilitan la reventa de los inmuebles.
El instituto o la autoridad buscará al propietario, para ofrecerle un acuerdo y evitar que sea tomada por los delincuentes.
Al no encontrar al dueño, el Infonavit o el municipio iniciará el procedimiento legal para adjudicarse la propiedad.
Al obtener la sentencia el instituto federal contrata a promotores para vender el inmueble o lo oferta a través de la página www. infonavit.gob.mx, sección Contacto Infonavit.
Los interesados pueden obtener una propiedad en 180 mil pesos, en promedio, aunque algunas se rematan en 100 mil pesos.
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