martes, 23 de febrero de 2010

Es el momento de acabar la soberbia gubernamental, que se niega a escuchar los reclamos ciudadanos: CNOP



Por: Francisco Medina
Ante los graves acontecimientos ocurridos en Ciudad Juárez, considerada como la urbe más violenta del mundo y ante la ausencia de gobierno para atender los principales reclamos para acabar con la pobreza, el abandono y combatir de manera efectiva al narcotráfico, es imperativo ty prioritario restablecer el tejido social, la educación, la cultura, el empleo, la inversión productiva, entre otros rubros. Lo más importante es emprender y consolidar políticas públicas en contra de la inseguridad que azota a la mayor parte del país, afirmó el dirigente nacional de la CNOP, Marco Antonio Bernal, quien resaltó que el país transita por una coyuntura muy compleja, llena de retos estructurales, a los que no se les podrá enfrentar si no existe la humildad para escuchar o se desestiman sus opiniones por vanidad o soberbia, lo que es necesario terminar de una vez por todas.
“No habrá balas suficientes para acabar con el narcotráfico y menos aún si las obcecadas, inoperantes, incapaces medidas de lucha arrastran y dañan a las propias instituciones del Estado Mexicano, por lo que es urgente no una nueva versión del combate a la delincuencia organizada sino una perspectiva de crecimiento regional que incentive la generación de empleos, que garantice a la ciudadanía nuevos referentes sociales que alienten el progreso, porque sino se hace así, las únicas alternativas sociales serán aquellas que pretendan vulnerar el propio Estado en cualquiera de sus manifestaciones”, advirtió el político tamaulipeco.
El exlegislador federal recalcó que la inseguridad se ha convertido en un cáncer para la democracia, pero advirtió que lo más grave no ha sido la incapacidad para combatirlo eficazmente, sino creer que solamente será a través de las acciones bélicas se abatirá ese fenómeno, aunque ello implique que seremos coparticipes de la desaparición de las instituciones que pretendemos preservar al utilizar el mismo rasero para todo lo que se le parezca. “Las consecuencias están ahí, a la vista de todos, los enfrentamientos nos disminuyen pero se sigue carcomiendo el tejido social”, puntualizó.
Se pronunció por propiciar un nuevo diagnóstico institucional, que parta de la necesidad de escuchar a la gente y abrirnos a la posibilidad de cambio de nuestros dogmas por más intrincados que estos sean.
El líder cenopista expuso que sin crecimiento económico, sin inversión y sin empleos, la frustración y la desesperanza son los sentimientos que afloran en una sociedad que ha perdido la confianza, y este es el verdadero meollo de la grave encrucijada política y social que se vive en el país.
Marco Antonio Bernal resaltó que el combate al narcotráfico, convertido en guerra, es una muestra de la incapacidad de este gobierno, que no cuenta con un verdadero diagnóstico de nuestra realidad social y sobre sus necesidades fundamentales. “Mientras tengamos jóvenes que desertan de la escuela por la falta de apoyos económicos, tendremos un caldo de cultivo y de recolección para los pescadores de la delincuencia organizada”, alertó Bernal.
Ejemplificó que la ciudadanía en general ha observado y escuchado impávida todos y cada uno de los reclamos que la comunidad juarense ha hecho al Jefe del Ejecutivo por la ausencia del gobierno, por la desatención, por la pobreza convertida en abandono, por el vacío promotor de la anarquía y por la inseguridad que incuba el más temible y dañino sentimiento hacia nuestra vida democrática.
De manera desgarradora se le ha expuesto el miedo, llevado al extremo por la ineficiencia gubernamental para al menos tener un diagnóstico certero sobre la realidad social que aqueja a todo el estado de Chihuahua, pero ante esta situación de extrema alarma y peligrosidad, el primer mandatario, quien ha fallado en sus estrategias en la lucha contra el narcotráfico, no acepta críticas ni sugerencias de nadie, y ante ello la sociedad adolorida por los más lamentables y trágicos sucesos, tiene que aceptar y cargar cuestas le la ceguera gubernamental para combatir, no sólo la acentuada inseguridad, cada vez más incontrolable, sino el abandono por parte de la administración pública insensible.
Citó, verbigracia, que el campo mexicano muestra un espantoso cuadro de abandono y por tanto de improductividad, en el que la mafia ocupa el 30 por ciento de las tierras productivas, En consecuencia es en las zonas rurales dónde más se asienta la pobreza, no de manera coyuntural, sino estructural.

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