Especialistas detectan su presencia en varios países
La seguridad interna en México es peligrosa y volátil entre otras razones por el aumento de poder que ha logrado el cártel de Los Zetas, que se ha expandido a Centro y Sudamérica y ha logrado operatividad autónoma al cártel del Golfo.
Actualmente Los Zetas implican un riesgo para la seguridad de México, de Estados Unidos y otros países del hemisferio, señalaron Max Manwaring, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos del Pentágono, y Edgardo Buscaglia, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Max Manwaring precisó que aún cuando Los Zetas utilizan mecanismos terroristas, de guerra, de crimen organizado, obtienen ganancias económicas y pretenden el control de algunas zonas del país, México no ha llegado todavía a la posición de un “Estado fallido”.
Fuerza transnacional
De entre los siete grupos criminales transnacionales mexicanos, Los Zetas poseen operatividad autónoma de los del Golfo, por ejemplo en la frontera Guatemala-México donde poseen 63 bases operativas confirmadas del lado de Guatemala”, explicó Buscaglia en entrevista con EL UNIVERSAL.
Los Zetas, precisó, al igual que los otros seis grupos transnacionales mexicanos operan en 47 países y su participación se encuentra documentada en procesos judiciales de México, del Continente Americano, Europeo y Asiático, incluyendo la lista negra de congelamiento de cuentas y bienes del Tesoro de Estados Unidos.
Otros delitos
Mediante esos procesos penales y civiles, el equipo de investigación de Buscaglia ha podido documentar en otros países la presencia de Los Zetas en delitos adicionales al narcotráfico, tales como el tráfico de personas, el contrabando de comida y servicios, el tráfico de cigarros, el robo de autos, el tráfico de armas, el secuestro, extorsión, las ejecuciones de funcionarios públicos, la piratería, la pornografía, entre otros.
Desde 2007, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental del Congreso de Estados Unidos (GAO, en inglés) había destacado la presencia de Los Zetas como un grupo contratado por el cártel del Golfo.
La oficina investigadora del congreso de EU los calificó desde entonces como una agrupación cuyas fuerzas “estuvieron integradas en sus inicios por granujas comandos ex militares mexicanos que fueron conocidos por sus métodos violentos”. Los Zetas operan ahora de manera independiente, y de acuerdo con Max Manwaring éste grupo “está acreditado con la capacidad para que pronto o más tarde pueda tomar el control del cártel de Golfo y expandir sus operaciones dentro de los territorios de otros cárteles, y aún más allá: desafíar la soberanía de México”.
Manwaring ha realizado análisis para el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos sobre México, pero sin que ello refleje la posición del gobierno estadounidense. Entre esos reportes del año 2009 se encuentran uno sobre guerrillas y narcotráfico, en tanto que el último abordó el caso de Los Zetas y otros ejércitos privados.
En este último, Manwaring afirma que “lo que hace que estos pequeños ejércitos privados sean efectivos es su ausencia de alguien para dar ayuda. La debilidad y/ o la corrupción de las instituciones de seguridad, como en México, son notoriamente inútiles, y tienden a ser parte del problema, no de la solución”.
En tal vacío, agrega, sólo un relativamente pequeño grupo de individuos bien armados y disciplinados son capaces de establecer sus propias reglas.
En éste sentido, Max Manwaring destacó que “las tendencias, desafíos, y amenazas identificadas tendrán un impacto en México y sus vecinos en los próximos años”.
La seguridad interna en México es peligrosa y volátil entre otras razones por el aumento de poder que ha logrado el cártel de Los Zetas, que se ha expandido a Centro y Sudamérica y ha logrado operatividad autónoma al cártel del Golfo.
Actualmente Los Zetas implican un riesgo para la seguridad de México, de Estados Unidos y otros países del hemisferio, señalaron Max Manwaring, profesor del Instituto de Estudios Estratégicos del Pentágono, y Edgardo Buscaglia, profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Max Manwaring precisó que aún cuando Los Zetas utilizan mecanismos terroristas, de guerra, de crimen organizado, obtienen ganancias económicas y pretenden el control de algunas zonas del país, México no ha llegado todavía a la posición de un “Estado fallido”.
Fuerza transnacional
De entre los siete grupos criminales transnacionales mexicanos, Los Zetas poseen operatividad autónoma de los del Golfo, por ejemplo en la frontera Guatemala-México donde poseen 63 bases operativas confirmadas del lado de Guatemala”, explicó Buscaglia en entrevista con EL UNIVERSAL.
Los Zetas, precisó, al igual que los otros seis grupos transnacionales mexicanos operan en 47 países y su participación se encuentra documentada en procesos judiciales de México, del Continente Americano, Europeo y Asiático, incluyendo la lista negra de congelamiento de cuentas y bienes del Tesoro de Estados Unidos.
Otros delitos
Mediante esos procesos penales y civiles, el equipo de investigación de Buscaglia ha podido documentar en otros países la presencia de Los Zetas en delitos adicionales al narcotráfico, tales como el tráfico de personas, el contrabando de comida y servicios, el tráfico de cigarros, el robo de autos, el tráfico de armas, el secuestro, extorsión, las ejecuciones de funcionarios públicos, la piratería, la pornografía, entre otros.
Desde 2007, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental del Congreso de Estados Unidos (GAO, en inglés) había destacado la presencia de Los Zetas como un grupo contratado por el cártel del Golfo.
La oficina investigadora del congreso de EU los calificó desde entonces como una agrupación cuyas fuerzas “estuvieron integradas en sus inicios por granujas comandos ex militares mexicanos que fueron conocidos por sus métodos violentos”. Los Zetas operan ahora de manera independiente, y de acuerdo con Max Manwaring éste grupo “está acreditado con la capacidad para que pronto o más tarde pueda tomar el control del cártel de Golfo y expandir sus operaciones dentro de los territorios de otros cárteles, y aún más allá: desafíar la soberanía de México”.
Manwaring ha realizado análisis para el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos sobre México, pero sin que ello refleje la posición del gobierno estadounidense. Entre esos reportes del año 2009 se encuentran uno sobre guerrillas y narcotráfico, en tanto que el último abordó el caso de Los Zetas y otros ejércitos privados.
En este último, Manwaring afirma que “lo que hace que estos pequeños ejércitos privados sean efectivos es su ausencia de alguien para dar ayuda. La debilidad y/ o la corrupción de las instituciones de seguridad, como en México, son notoriamente inútiles, y tienden a ser parte del problema, no de la solución”.
En tal vacío, agrega, sólo un relativamente pequeño grupo de individuos bien armados y disciplinados son capaces de establecer sus propias reglas.
En éste sentido, Max Manwaring destacó que “las tendencias, desafíos, y amenazas identificadas tendrán un impacto en México y sus vecinos en los próximos años”.
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