El procurador estatal neoleonés, Alejandro Garza, indicó que se han sumado a la búsqueda policías estatales y el ejército, quienes buscan a los prófugos liberados el viernes pasado
Cinco días después de que un comando armado liberara a 23 delincuentes que estaban en una casa del arraigo en Nuevo León, el procurador general de justicia, Alejandro Garza reconoció que no hay pistas para poder localizarlos.
El viernes pasado un grupo de al menos 10 camionetas, liberó por la fuerza a 15 secuestradores del Cártel del Golfo y 8 delincuentes menores, quienes cumplían un encierro precautorio de 40 días -en la casa número 2 del municipio metropolitano de Escobedo- asesinando a dos elementos de la Agencia Federal de Investigaciones.
Lo anterior, según las autoridades, fue en venganza porque horas antes la Marina y el Ejército Mexicano dieron muerte a 11 Zetas, entre ellos el jefe de la plaza en Nuevo León, Ricardo Almansa Morales alias “El Gori 1”.
En este sentido, el procurador Alejandro Garza y Garza aseguró este martes que se han sumado a la tarea de búsqueda de los liberados las policías municipales, la Secretaria de Seguridad Pública Estatal y el ejército mexicano, pero aún no tiene pistas.
"Por lo pronto, no hemos tenido ningún dato, no tenemos algo que nos lleve a la localización de ellos, pero tenemos a todos los elementos tratando de localizarlos".
"Hemos repartido las fotografías de estas personas, no hemos cesado, se ha solicitado tanto el apoyo del ejército, de las policías municipales, de la misma Seguridad Pública en poner unos filtros para tratar de ubicarlos".
Dijo que los peritos de la PGR tienen en su poder los pocos fragmentos de cinta, video grabados a través de las cámaras de seguridad, mismas que fueron destruidas a balazos al momento del ingreso de los delincuentes.
"Hemos estado participando, ayer acudieron dos peritos, precisamente, para poderles grabar lo que es el CPU que guarda lo que son las cámaras de seguridad, en virtud de que también fueron balaceados, con tal de borrar la evidencia que existiera ahí".
"Tenemos algunos videos cortos, no completos, pero precisamente los peritos están tratando de destrabar para poder ver lo más largo que se pueda la cámara de video".
La casa del arraigo, comentó el abogado del pueblo, sería reubicada hacia otro sector que ofrezca más condiciones de seguridad.
"Tenemos que continuar y tenemos que reforzar, evidentemente tenemos que reforzar lo que es la casa del arraigo, habría que analizar en cuestiones de presupuestos lo que es, principalmente la ubicación, que está esa casa del arraigo ubicada en un lugar donde pueden tener salidas a las afueras de la ciudad, en cualquier instante, habría que ver primero eso, ver qué medidas de seguridad pudiéramos tomar".
"Vamos a ver, es una de las primeras ideas, es cuestión del presupuesto, sino qué tipo de medidas se podrían tomar, porque no hay el presupuesto suficiente como para poder cambiar a otra casa".
Custodios bajo la lupa
El procurador de justicia nuevoleonés informó que los custodios que vigilaban la casa del arraigo número 2, están bajo investigación de las autoridades federales debido a que abandonaron su puesto de trabajo para ir a comer hot dogs en el momento que llego el comando armado.
"Los dos policías estatales que se fueron a comer hot dogs no debieron haber abandonado la casa del arraigo, definitivamente su lugar de trabajo es ahí, no tendrían que haberse retirado".
"Por cuestiones de seguridad de las mismas casas de arraigo, no pudiera mencionarle lo que es el número de custodios, sí les puedo decir que era débil la seguridad, porque la intención no es el querer ocultar la cantidad sino es por cuestiones de seguridad".
Abundó que los uniformados a cargo de la seguridad de estas instalaciones “tendrían que tener una rutina en cuanto a horarios de comer, simplemente si su lugar de trabajo es ahí, no tendrían que haberse retirado, si en algún momento dado se les autorizó retirarse, pues ver qué persona fue la que les autorizó retirarse", concluyó. Monterrey, NL
Cinco días después de que un comando armado liberara a 23 delincuentes que estaban en una casa del arraigo en Nuevo León, el procurador general de justicia, Alejandro Garza reconoció que no hay pistas para poder localizarlos.
El viernes pasado un grupo de al menos 10 camionetas, liberó por la fuerza a 15 secuestradores del Cártel del Golfo y 8 delincuentes menores, quienes cumplían un encierro precautorio de 40 días -en la casa número 2 del municipio metropolitano de Escobedo- asesinando a dos elementos de la Agencia Federal de Investigaciones.
Lo anterior, según las autoridades, fue en venganza porque horas antes la Marina y el Ejército Mexicano dieron muerte a 11 Zetas, entre ellos el jefe de la plaza en Nuevo León, Ricardo Almansa Morales alias “El Gori 1”.
En este sentido, el procurador Alejandro Garza y Garza aseguró este martes que se han sumado a la tarea de búsqueda de los liberados las policías municipales, la Secretaria de Seguridad Pública Estatal y el ejército mexicano, pero aún no tiene pistas.
"Por lo pronto, no hemos tenido ningún dato, no tenemos algo que nos lleve a la localización de ellos, pero tenemos a todos los elementos tratando de localizarlos".
"Hemos repartido las fotografías de estas personas, no hemos cesado, se ha solicitado tanto el apoyo del ejército, de las policías municipales, de la misma Seguridad Pública en poner unos filtros para tratar de ubicarlos".
Dijo que los peritos de la PGR tienen en su poder los pocos fragmentos de cinta, video grabados a través de las cámaras de seguridad, mismas que fueron destruidas a balazos al momento del ingreso de los delincuentes.
"Hemos estado participando, ayer acudieron dos peritos, precisamente, para poderles grabar lo que es el CPU que guarda lo que son las cámaras de seguridad, en virtud de que también fueron balaceados, con tal de borrar la evidencia que existiera ahí".
"Tenemos algunos videos cortos, no completos, pero precisamente los peritos están tratando de destrabar para poder ver lo más largo que se pueda la cámara de video".
La casa del arraigo, comentó el abogado del pueblo, sería reubicada hacia otro sector que ofrezca más condiciones de seguridad.
"Tenemos que continuar y tenemos que reforzar, evidentemente tenemos que reforzar lo que es la casa del arraigo, habría que analizar en cuestiones de presupuestos lo que es, principalmente la ubicación, que está esa casa del arraigo ubicada en un lugar donde pueden tener salidas a las afueras de la ciudad, en cualquier instante, habría que ver primero eso, ver qué medidas de seguridad pudiéramos tomar".
"Vamos a ver, es una de las primeras ideas, es cuestión del presupuesto, sino qué tipo de medidas se podrían tomar, porque no hay el presupuesto suficiente como para poder cambiar a otra casa".
Custodios bajo la lupa
El procurador de justicia nuevoleonés informó que los custodios que vigilaban la casa del arraigo número 2, están bajo investigación de las autoridades federales debido a que abandonaron su puesto de trabajo para ir a comer hot dogs en el momento que llego el comando armado.
"Los dos policías estatales que se fueron a comer hot dogs no debieron haber abandonado la casa del arraigo, definitivamente su lugar de trabajo es ahí, no tendrían que haberse retirado".
"Por cuestiones de seguridad de las mismas casas de arraigo, no pudiera mencionarle lo que es el número de custodios, sí les puedo decir que era débil la seguridad, porque la intención no es el querer ocultar la cantidad sino es por cuestiones de seguridad".
Abundó que los uniformados a cargo de la seguridad de estas instalaciones “tendrían que tener una rutina en cuanto a horarios de comer, simplemente si su lugar de trabajo es ahí, no tendrían que haberse retirado, si en algún momento dado se les autorizó retirarse, pues ver qué persona fue la que les autorizó retirarse", concluyó. Monterrey, NL
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