Las seis personas son procesadas por los delitos en contra de instituciones oficiales y servidores públicos.
Las seis personas detenidas el pasado diez de julio afuera de un hotel del centro de Monterrey tras protagonizar una balacera, fueron ingresadas al penal del Topo Chico; luego de que se diera cumplimiento a la medida precautoria de arraigo.
Los implicados son procesados por los delitos en contra de instituciones oficiales y servidores públicos, además por el delito contra la seguridad de la comunidad.
Ellos fueron identificados como Mario Alberto Silva Hernández, José Luis Ibarra Hernández, Domingo Hernández Martínez, Rosbel Aguilar, Erick Rivera García y Marcos Vázquez Rivas.
La orden de aprehensión fue girada por un juez del fuero común.
Antecedentes
Diez de julio de 2010, el operativo contra una banda de asaltantes desató dos balaceras, dejó tres delincuentes muertos y cinco heridos; y un agente de la AEI, junto con un civil, lesionados.
Los tiroteos iniciaron en la calle Padre Mier, entre las calles 5 y 15 de Mayo, en el centro de Monterrey; y después se desató otro en Constitución y Venustiano Carranza durante una redada en un hotel de cuatro estrellas.
Al arribar los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones al hotel en cuestión, fueron recibidos a balazos y granadazos desde el tercero y quinto piso del edificio, por lo que repelieron la agresión. En los hechos perdieron la vida dos delincuentes, dos más quedaron lesionados y se capturó a otros cuatro; los seis detenidos con vida ahora pasan al penal de Topo Chico.
Crónica
A los primeros balazos, por arte de magia el restaurante y el bar donde algunos huéspedes se preparaban para ver el penúltimo juego del mundial de futbol, se quedaron solos, porque todos asombrados y empanicados por el suceso, se tuvieron que encerrar en sus habitaciones.
Los niños que disfrutaban el día en la alberca, fueron resguardados por sus padres, pues fue mucho el terror que sembró este desagradable suceso.
Los minutos parecían horas, las detonaciones no cesaban, los huéspedes que estaban en habitaciones con vista a la avenida donde se desató el enfrenamiento, presenciaron desde los pisos altos todo el acontecimiento.
“Esto es de película”, dijo uno de ellos cuando bajó después de que cesó el fuego cruzado.
Monterrey, NL
Las seis personas detenidas el pasado diez de julio afuera de un hotel del centro de Monterrey tras protagonizar una balacera, fueron ingresadas al penal del Topo Chico; luego de que se diera cumplimiento a la medida precautoria de arraigo.
Los implicados son procesados por los delitos en contra de instituciones oficiales y servidores públicos, además por el delito contra la seguridad de la comunidad.
Ellos fueron identificados como Mario Alberto Silva Hernández, José Luis Ibarra Hernández, Domingo Hernández Martínez, Rosbel Aguilar, Erick Rivera García y Marcos Vázquez Rivas.
La orden de aprehensión fue girada por un juez del fuero común.
Antecedentes
Diez de julio de 2010, el operativo contra una banda de asaltantes desató dos balaceras, dejó tres delincuentes muertos y cinco heridos; y un agente de la AEI, junto con un civil, lesionados.
Los tiroteos iniciaron en la calle Padre Mier, entre las calles 5 y 15 de Mayo, en el centro de Monterrey; y después se desató otro en Constitución y Venustiano Carranza durante una redada en un hotel de cuatro estrellas.
Al arribar los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones al hotel en cuestión, fueron recibidos a balazos y granadazos desde el tercero y quinto piso del edificio, por lo que repelieron la agresión. En los hechos perdieron la vida dos delincuentes, dos más quedaron lesionados y se capturó a otros cuatro; los seis detenidos con vida ahora pasan al penal de Topo Chico.
Crónica
A los primeros balazos, por arte de magia el restaurante y el bar donde algunos huéspedes se preparaban para ver el penúltimo juego del mundial de futbol, se quedaron solos, porque todos asombrados y empanicados por el suceso, se tuvieron que encerrar en sus habitaciones.
Los niños que disfrutaban el día en la alberca, fueron resguardados por sus padres, pues fue mucho el terror que sembró este desagradable suceso.
Los minutos parecían horas, las detonaciones no cesaban, los huéspedes que estaban en habitaciones con vista a la avenida donde se desató el enfrenamiento, presenciaron desde los pisos altos todo el acontecimiento.
“Esto es de película”, dijo uno de ellos cuando bajó después de que cesó el fuego cruzado.
Monterrey, NL
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