El procurador capitalino, Miguel Ángel Mancera, no duda de que cada una de las siete personas que la Procuraduría General de Justicia del DF detuvo, y que hoy se encuentran procesadas por el secuestro del joven Fernando Martí, participaron en el plagio.
Mancera asegura que está tranquilo pues las personas que están en la cárcel siguiendo sus procesos han sido señaladas por sus víctimas o testigos.
Dice que está orgulloso de la investigación que la Procuraduría a su cargo ha realizado en el caso Martí, pues asegura que para construirla no han necesitado utilizar testigos protegidos, sino que los testimonios sobre los que está cimbrado este caso son los de las víctimas de la banda de La Flor.
Mancera explica que en el secuestro y homicidio de Fernando Martí podrían haber participado varias células de la misma banda, de tal forma que la PGJDF habría consignado a parte de los operativos de la banda y la Policía Federal (PF) capturó al asesino material del joven.
Además, resalta el hecho de que el propio escolta del menor Fernando Martí, Christian Salmones Flores, ha reconocido tanto el domicilio ubicado por la Policía Federal en el lugar en el que estuvo plagiado Martí, como a la ex agente de la Agencia Federal de Investigación, Lorena González, La Lore.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el procurador capitalino, reconoce las investigaciones de la Policía Federal y asegura que gracias a este trabajo hoy se puede tener mayor información sobre el plagio y asesinato de Fernando Martí.
Mancera dice que con la aprehensión de Noé Robles Hernández o Noé Alejandro Soto García y José Antonio Montiel —realizada por la PF el jueves— “tenemos una parte muy importante de dónde estaba la casa de seguridad, de quién vigilaba a las víctimas y quién puede ser el ejecutor material de la muerte”.
Y agrega: “La investigación y la captura de las autoridades federales complementa una parte muy importante que siempre hemos sostenido, varias de las víctimas que hoy tienen este proceso penal soportado, estuvieron en el mismo lugar secuestrados; y eso se reitera con la declaración de esta persona que fue presentada por las autoridades federales, siempre que secuestraban llevaban a las víctimas cautivas al mismo lugar”.
Dice que la mejor forma de operar de las bandas tiene que ver con que una célula desconozca los datos de la otra, motivo por el que el detenido presentado por la PF podría no reconocer a los consignados por la procuraduría local.
Ante el llamado de organizaciones civiles para que se transparenten pruebas en torno a las consignaciones por el caso Fernando Martí, el procurador Mancera señala que son las imputaciones directas de las víctimas de varios secuestros, lo que las fundamenta.
“No estamos trabajando bajo ningún esquema de testigo protegido o de un testigo de oídas, o de un documento o de una prueba indiciaria solamente; tenemos el dicho directo y el señalamiento categórico, todo este cúmulo de pruebas basado ante lo que es la consideración de un juez que señaló que hay elementos suficientes para una formal prisión en contra de estas personas”, expresa.
Las pruebas
Miguel Ángel Mancera subraya que en el proceso de los presuntos integrantes de la banda de La Flor, las víctimas señalan de manera directa a los procesados, como las personas que los secuestraron, los pararon en un retén o los cuidaron durante su cautiverio.
“Son diferentes víctimas, no es una sola para todos”, detalla.
Mencionó que Sergio Humberto Ortiz, El Apá, fue señalado por una víctima y siete testigos, además de las pruebas obtenidas de su computadora y de aquellas que demuestran que llevaba una vida diferente a la que decía.
En cuanto a Lorena González, La Lore, Christian Salmones Flores, escolta de Fernando Martí, la reconoció en fotografía, en la cámara Gesell, en la diligencia de confrontación y en el juzgado como una de las integrantes de la banda que los plagió, señaló el procurador.
Los hermanos Noé e Israel Cañas Ovalle han sido señalados por una víctima cada uno y dos testigos.
En el caso de José Luis Romero, ex comandante de la Policía Judicial en el aeropuerto capitalino, es reconocido por una víctima y lo relacionan con la banda de La Flor por una llamada telefónica, junto con su compañero Fernando Santoyo involucrado en dos secuestrados.
A Marco Antonio Moreno Jiménez lo señala la persona a quien le robó el automóvil, en el que tiempo después hallaron el cuerpo de Fernando Martí. México, D.F./Fernando Martínez (El Universal)
Mancera asegura que está tranquilo pues las personas que están en la cárcel siguiendo sus procesos han sido señaladas por sus víctimas o testigos.
Dice que está orgulloso de la investigación que la Procuraduría a su cargo ha realizado en el caso Martí, pues asegura que para construirla no han necesitado utilizar testigos protegidos, sino que los testimonios sobre los que está cimbrado este caso son los de las víctimas de la banda de La Flor.
Mancera explica que en el secuestro y homicidio de Fernando Martí podrían haber participado varias células de la misma banda, de tal forma que la PGJDF habría consignado a parte de los operativos de la banda y la Policía Federal (PF) capturó al asesino material del joven.
Además, resalta el hecho de que el propio escolta del menor Fernando Martí, Christian Salmones Flores, ha reconocido tanto el domicilio ubicado por la Policía Federal en el lugar en el que estuvo plagiado Martí, como a la ex agente de la Agencia Federal de Investigación, Lorena González, La Lore.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el procurador capitalino, reconoce las investigaciones de la Policía Federal y asegura que gracias a este trabajo hoy se puede tener mayor información sobre el plagio y asesinato de Fernando Martí.
Mancera dice que con la aprehensión de Noé Robles Hernández o Noé Alejandro Soto García y José Antonio Montiel —realizada por la PF el jueves— “tenemos una parte muy importante de dónde estaba la casa de seguridad, de quién vigilaba a las víctimas y quién puede ser el ejecutor material de la muerte”.
Y agrega: “La investigación y la captura de las autoridades federales complementa una parte muy importante que siempre hemos sostenido, varias de las víctimas que hoy tienen este proceso penal soportado, estuvieron en el mismo lugar secuestrados; y eso se reitera con la declaración de esta persona que fue presentada por las autoridades federales, siempre que secuestraban llevaban a las víctimas cautivas al mismo lugar”.
Dice que la mejor forma de operar de las bandas tiene que ver con que una célula desconozca los datos de la otra, motivo por el que el detenido presentado por la PF podría no reconocer a los consignados por la procuraduría local.
Ante el llamado de organizaciones civiles para que se transparenten pruebas en torno a las consignaciones por el caso Fernando Martí, el procurador Mancera señala que son las imputaciones directas de las víctimas de varios secuestros, lo que las fundamenta.
“No estamos trabajando bajo ningún esquema de testigo protegido o de un testigo de oídas, o de un documento o de una prueba indiciaria solamente; tenemos el dicho directo y el señalamiento categórico, todo este cúmulo de pruebas basado ante lo que es la consideración de un juez que señaló que hay elementos suficientes para una formal prisión en contra de estas personas”, expresa.
Las pruebas
Miguel Ángel Mancera subraya que en el proceso de los presuntos integrantes de la banda de La Flor, las víctimas señalan de manera directa a los procesados, como las personas que los secuestraron, los pararon en un retén o los cuidaron durante su cautiverio.
“Son diferentes víctimas, no es una sola para todos”, detalla.
Mencionó que Sergio Humberto Ortiz, El Apá, fue señalado por una víctima y siete testigos, además de las pruebas obtenidas de su computadora y de aquellas que demuestran que llevaba una vida diferente a la que decía.
En cuanto a Lorena González, La Lore, Christian Salmones Flores, escolta de Fernando Martí, la reconoció en fotografía, en la cámara Gesell, en la diligencia de confrontación y en el juzgado como una de las integrantes de la banda que los plagió, señaló el procurador.
Los hermanos Noé e Israel Cañas Ovalle han sido señalados por una víctima cada uno y dos testigos.
En el caso de José Luis Romero, ex comandante de la Policía Judicial en el aeropuerto capitalino, es reconocido por una víctima y lo relacionan con la banda de La Flor por una llamada telefónica, junto con su compañero Fernando Santoyo involucrado en dos secuestrados.
A Marco Antonio Moreno Jiménez lo señala la persona a quien le robó el automóvil, en el que tiempo después hallaron el cuerpo de Fernando Martí. México, D.F./Fernando Martínez (El Universal)
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