lunes, 20 de julio de 2009

“La Familia” amenaza a 3 obispos en Michoacán

La Iglesia católica reveló que tres de los siete obispos de Michoacán y varios sacerdotes han recibido amenazas de muerte por parte de integrantes de la banda de narcotraficantes La Familia

La Iglesia católica reveló que tres de los siete obispos de Michoacán y varios sacerdotes han recibido amenazas de muerte por parte de integrantes de la banda de narcotraficantes La Familia.
Pese a esas “amenazas”, la jerarquía católica avala al gobierno del presidente Felipe Calderón para mantener al Ejército mexicano al frente de esa guerra contra el crimen organizado.
Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, aseguró que “por el momento no hay otra opción. No hay otra manera para atacar al narcotráfico más que con el Ejército”.
Pese a que integrantes de la Iglesia han sido acosados por el narcotráfico, hasta ahora, la Arquidiócesis de México sólo ha informado a la Secretaría de Gobernación, a través de la subsecretaría de Asuntos Religiosos, de estas amenazas y no ha pedido una protección especial para los obispos ni los sacerdotes, explicó el vocero.
Respecto al emplazamiento de Servando Gómez Martínez, La Tuta, líder de La Familia en Michoacán, el pasado jueves a través de un programa de televisión en esa entidad para que el gobierno de Felipe Calderón dialogue y pacte con ellos, Valdemar enfatizó que “con la gente que delinque, que hace el mal y destruye, no se puede dialogar. Se le tiene que aplicar la ley sin ninguna concesión, ya que aquí no cabe el diálogo”.
Para la Iglesia católica, “existe un aspecto doctrinal que es muy claro: con el maligno no se dialoga”.
Al concluir la misa dominical que encabezó el cardenal Norberto Rivera en la Catedral Metropolitana, Valdemar dijo que en Michoacán han sido tres obispos y varios sacerdotes —sin precisar la cifra— que han recibido amenazas de La Familia.
Explicó que al igual que en otras partes del país, la Iglesia católica no ha realizado estas denuncias ante las autoridades federales, ya que la delincuencia organizada ve a los sacerdotes “como sus enemigos”.
El vocero de la Arquidiósesis señaló que hasta ahora los tres obispos involucrados, de quienes no dio sus nombres, “no han querido tener una seguridad especial y, pues más bien, quieren vivir como cualquier ciudadano que por desgracia vive en la zozobra y en la inseguridad”. México, D.F./Nurit Martínez (El Universal)

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